jueves, 22 de noviembre de 2012

La casa de los siete vampiros

Hoy os voy a contar una leyenda de Rumanía. Trata sobre vampiros. En este caso se titula "La casa de los siete vampiros". Espero que os guste.

Os contaré un secreto, en Rumanía existen todavía vampiros. Solo se pueden diferenciar porque al caer la noche, abandonan sus correspondientes cuerpos y se transforman en mariposas, entran en el cuerpo de un ser vivo para cometer maldades.
En Siret (cerca de la frontera de Ucrania), cuatro personas viajaban en carreta: tres soldados y un anciano. Estaban buscando algún lugar donde encontrar heno. Al anochecer pararon en una casa majestuosa que se asentaba al lado del camino. La mujer de la casa abrió la puerta y con amabilidad les invitó a pasar. Les ofreció un cuenco de pudín de maíz y se fue a hacer sus labores como ama de casa que era. Cuando terminaron de comer buscaron a la encantadora mujer que les invitó. Como no la encontraron en ningún lado, subieron al desván. Cuales fueron sus sorpresas al hayarse con el cuerpo de siete personas. Estaban inertes, tiradas en el suelo, no se movían lo más mínimo, con la mirada fija en aquel techo y la boca abierta. Era algo innatural, más bien parecía sobrenatural.
-¡Fantasmas!- Gritó el anciano asustado.
Los cuatro personajes huyeron de la casa, montaron en la carreta y se fueron lo más deprisa que podían. Cuando pensaron que estaban a suficiente distancia para no ser atacados, miraron atrás. Siete mariposas brillantes como luciérnagas, salieron de la casa e iban tras ellos. Eran las almas de los vampiros refugiados en aquellos siete cuerpos. Si los soldados hubieran mirado la parte de trasera de aquellos cadáveres, no podrían haber salido.
Según una tradición, los vampiros se reunen en un lugar aislado, donde los más viejos enseñan a los jóvenes hechizos y encantamientos.

Terrorífico, ¿verdad?. Para algunos esta historia no es más que una bobada, pero para mi es totalmente cierta.
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